La noche del martes 30 de septiembre, Salomé “N”, interno del Centro de Reinserción Social (Cereso) número 1 de Durango y condenado a 77 años de prisión por el feminicidio de Karla Nallely y el delito de desaparición cometida por particulares, fue encontrado sin vida en el interior de su celda.
De acuerdo con los primeros reportes, el hallazgo se registró durante un recorrido de rutina de los custodios, quienes detectaron al reo en suspensión completa poco después de la hora de la comida. Aunque personal médico del penal acudió de inmediato para brindarle auxilio, solo pudieron confirmar que ya no presentaba signos vitales.
Tras el deceso, se notificó a la Fiscalía General del Estado de Durango, que inició las investigaciones correspondientes y ordenó el traslado del cuerpo al Servicio Médico Forense (Semefo), donde se practicará la necropsia de ley para determinar con precisión la causa de la muerte.
Además de la condena por el feminicidio de Karla Nallely (caso ocurrido en 2024 que causó gran indignación en la sociedad duranguense), Salomé “N” contaba con antecedentes penales por lesiones agravadas, robo agravado y posesión de narcóticos con fines de comercio.
La sentencia que enfrentaba, de 77 años de prisión, fue considerada una de las más severas dictadas en Durango por delitos de feminicidio, reflejando la gravedad del crimen cometido contra Karla Nallely.
El feminicidio de Karla Nallely marcó un precedente en la entidad y visibilizó la necesidad de fortalecer las acciones de prevención y justicia en casos de violencia contra las mujeres. La muerte del sentenciado cierra un capítulo judicial, pero mantiene viva la exigencia de colectivos y familias para garantizar que estos delitos no queden impunes ni se repitan.
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