Se ha dado a conocer que la empresa operaba de manera clandestina, sin permisos y sin el seguimiento de Profepa, Semarnat y Conagua
Después de dar a conocer que la mina cuya presa de jales derramó líquidos tóxicos al lecho del río Tamazula, se ha notificado que ha sido clausurada por parte de autoridades federales dado que operaba de manera clandestina, y sus dueños obligados a llevar a cabo de manera inmediata obras de remediación a fin de evitar mayor daño a los cuerpos de agua, el titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil, Arturo Galindo, declaró que mediante acciones coordinadas entre instancias federales, municipales y estatales tanto de Sinaloa como de Durango, se ha contenido el problema y están en espera solamente de los resultados que arrojen las pruebas de toxicidad que se efectúan a muestras de agua y que estos hechos no provoquen más daños de los ya hechos.
El funcionario explicó que se llevó a cabo una reunión en Tamazula, con autoridades de los tres niveles de gobierno, en lo estatal incluyendo representantes obviamente de Durango y también de Sinaloa; “el objetivo fue conocer detalles del estatus al momento y sobre todo, en lo relativo a la parte de todas las obras de remediación que se están haciendo en la planta de jales, y que tanto Tamazula como Sinaloa cuenten con la certeza de que se está trabajando en la atención de esta problemática”.
Por su parte, la Profepa, explicó Galindo Cabada, quedó claro que la planta, que no es una mina, es decir, no es un espacio de extracción, sino de procesos, está clausurada de manera total en su operación, más no en la realización de obras tendientes a superar la circunstancia, a las que se obligó a los propietarios, que en una primera instancia habrán de efectuarlas ellos mismos, los dueños, según el detalle aportado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, aunque a profundidad se les va a obligar a que una empresa certificada pueda dar seguimiento al avance.
Existe una preocupación para lo cual ya están trabajando y es la parte correspondiente a las condiciones del clima, porque hay presencia de lluvia en esta región y a partir de la influencia de la tormenta tropical “Lidia”, lo que pudiera en un momento dado, provocar que los residuos tóxicos que pudieran haber quedado en el lecho del río Tamazula, escurrieran a partir de nuevas avenidas, en una condición que sí generaría mayor riesgo.
“Todo esto independientemente de que las instancias federales encabezadas por Profepa, iniciaron ya los procedimientos administrativos y penales, etcétera, para darle seguimiento al asunto”.
Por el otro lado, junto con Conagua y CAED, indicó que coordinan el abasto del agua sobre todo en la cabecera municipal de Tamazula, “donde tenemos alrededor de 18 mil habitantes, y donde por cuestiones de seguridad se cortó el abasto de los pozos alimentadores”.
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