Una madre de familia solicitó la intervención urgente de las autoridades educativas tras denunciar que su hijo, alumno de la escuela primaria Lázaro Cárdenas, fue víctima de agresiones y amenazas con navajas por parte de un grupo de estudiantes de la primaria 18 de Marzo, ambas ubicadas en el mismo complejo escolar.
La denunciante, Claudia Díaz Saucedo, señaló que su hijo Víctor ha sido atacado en dos ocasiones presuntamente por ocho menores, quienes (de acuerdo con su testimonio) lo golpearon y, en la agresión más reciente, exhibieron dos armas blancas para advertirle que volverían a lastimarlo. La última agresión le habría provocado moretones y la pérdida de una pieza dental.
Díaz Saucedo afirmó que, tras el primer incidente registrado en octubre, informó a las direcciones de ambos planteles, sin que hasta el momento se hayan implementado medidas eficaces de prevención y atención. Indicó que el director de la primaria Lázaro Cárdenas, José Guadalupe Rodríguez Fuentes, se comprometió a reforzar la vigilancia; mientras que el responsable de la primaria 18 de Marzo habría ofrecido dialogar con los padres de los agresores, lo cual, según la madre, no ocurrió.
La situación ha generado temor en el menor, quien actualmente se niega a asistir a clases por miedo a ser nuevamente atacado.
Ante la falta de resultados, la madre presentó una queja formal ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y notificó el caso a la Secretaría de Educación del Estado de Durango, instancia que, de acuerdo con la información proporcionada, dará seguimiento al reporte y ofrecerá acompañamiento psicológico, así como talleres preventivos en el entorno escolar. La Asociación Estatal de Padres de Familia también ha sido informada del caso.
Díaz Saucedo rechazó versiones que atribuyen el conflicto a diferencias previas entre familias y aseguró no conocer a los menores señalados ni a sus padres. Enfatizó que su exigencia es garantizar condiciones de seguridad dentro del plantel y prevenir hechos de mayor gravedad:
“Lo único que pido es que se proteja la integridad de mi hijo. Es responsabilidad de las autoridades escolares asegurar que estas situaciones no se repitan”, expresó.
La madre reiteró su llamado a que se implementen medidas inmediatas de protección, al considerar que la presencia de armas blancas en un contexto escolar representa un riesgo inaceptable para la comunidad estudiantil.
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